Esculpir el Silencio
Esculpir el Silencio (Sculpting the Silence) is an immersive installation by Tamara Cubas, Uruguayan choreographer and visual artist, that explores the relationship between body, journey, and memory in the stories of women who cross borders alone.
The installation consists of creating a large salt desert made with tons of real salt. Mounds of salt are piled throughout the desert and emit the stories of the women who’ve shared their experiences of journeying to and across borders. Cubas gathers stories from women in each location the installation is situated, making Esculpir el Silencio a living work. As new stories enter the salt desert and others leave, there is a continuous coming and going of stories.
From April 1 – May 8 April 2023, Esculpir el Silencio and the accompanying workshops, accompanying workshops, “Encounter with Migrant Women” and “Un Amuleto para una Ciudad” (“An Amulet for a City), were co-presented in Guadalajara, Mexico by Hemispheric Encounters, Secretaría de Cultura Jalisco, and Moira Laboratorio de Narrativas en Tránsito from ITESO. Co-produced by Alina Peña (Professor at ITESO and co-lean of the Hemispheric Encounters Mobilities Cluster) and Alicia Laguna (Director, Teatro Linea de Sombra), Esculpir el Silencio was part of Chicano Fest 2023, a festival that visualizes Chicano culture in the processes of ex(in)clusion through massive deportation, and challenges faced by the Chicano community in Mexico.
From Tamara Cubas’ writing on Esculpir el Silencio:
En el centro de una profunda e inconfesable paradoja se abre un agujero donde habitará ese silencio, para siempre. El silencio de lo que no se pudo prever, el silencio de la quiebra, el silencio del desarraigo y de los pedazos que el camino me fue arrancando, a mí, mujer, migrante, sola, madre, hija, hermana; a mí, mujer, impulsada a moverme por una fuerza mayor, por el deseo de algo mejor, por la necesidad de más oxígeno, para huir, para llegar, para encontrar una casa menos hostil, para desalmarme completamente y reconstruirme desde los restos, que ya ni sé qué son, dónde quedaron. Nada tiene nombre; todo está definido. Nada se sabe; todo se recompone. Cuando hui, de madrugada, mi madre me entregó una bolsita de sal: “Tenla siempre contigo, escondida debajo de la ropa. Te protegerá y alejará a los espíritus malignos. También la puedes usar para preservar algún alimento, que te puede salvar la vida”.